El Parmigiano Reggiano, o el también conocido como queso Parmesano, es un extraordinario queso semigraso italiano de pasta dura y textura finamente granulada. Se elabora con leche cruda de vaca alimentada con pasto y heno y es añejado un mínimo de 12 meses. Esto le confiere un color amarillo pajizo claro y un sabor láctico y afrutado y con notas ligeramente picantes. El Parmesano es un queso muy rico en aroma y matices, y resulta habitual rallarlo o comerlo en virutas y láminas irregulares, acompañando a muchas especialidades de la cocina italiana. Si todavía te preguntas por qué el Parmigiano Reggiano es considerado como el rey de los quesos, comencemos por el principio del viaje.
Con su sabor floral y afrutado, el Parmigiano Reggiano es ideal para aperitivos. Al ser un queso difícil de cortar a cuchillo, unas sencillas lascas o cortes irregulares, acompañadas de nueces o frutas deshidratadas será un snack que no podrá faltar nunca en tu tabla de quesos. Su sabor inconfundible y amplio en matices, enriquece recetas clásicas como los risottos, las pastas italianas, y las verduras a la brasa. Rallado y ligeramente fundido, ¡es absolutamente irresistible! El Parmesano no sólo puede usarse sobre platos ya terminados. Es también un ingrediente principal en varias elaboraciones como en la sabrosa salsa pesto, el crujiente de Parmesano o en la clásica ensalada césar.